TIEMPOS RECIOS

Efectivamente son «tiempos recios» los que estamos viviendo. Estoy leyendo la última obra de Mario Vargas LLosa y, desde las primeras páginas, me asusté. Después reflexioné, pero mi primera reacción fue de gran zozobra.

Me asusté porque por mi mente pasaron, no sólo los acontecimientos que se iban a describir en el libro, sino los que ahora mismo estamos viviendo. Me dí cuenta perfecta del mensaje de Mario: Tengan cuidado, porque nada es lo que parece. Todo puede estar manipulado, tergiversado y difundido con finalidades que nos pasan desapercibidas pero que pueden desencadenar vuelcos que sólo la Historia podrá desentrañar.

Vemos, en este libro, como se «fabrican» las noticias. De qué manera se destrozan vidas, se malbaratan organizaciones. Vemos cómo pretendidas publicaciones «progresistas» caen más bajo que los más infames tabloides. Vemos cómo el interés de unos pocos pasa por encima del interés general y cómo la fábrica de «verdades» arrolla a la verdad en sí misma.

Como muestra, un botón, es decir, un párrafo de las páginas 24 y 25:

<<El tratamiento consistiría en operar simultáneamente sobre el gobierno de los Estados Unidos y la opinión pública norteamericana, Ni el uno ni la otra tenían la menor idea de que Guatemala existía, y menos de que constituyera un problema. Eso era, en principio, bueno. «Somos nosotros los que debemos ilustrar al gobierno y a la opinión pública sobre Guatemala, y hacerlo de tal modo que se convenzan de que el problema es tan serio, tan grave, que hay que conjurarlo de inmediato. ¿Cómo? Procediendo con sutileza y oportunidad. Organizando las cosas de manera que la opinión pública, decisiva en una democracia, presione sobre el gobierno para que actúe, a fin de frenar una seria amenaza. ¿Cuál? La misma que les he explicado a ustedes que no es Guatemala: el caballo de Troya de la Unión soviética infiltrado en el patio trasero de los Estados Unidos. ¿Cómo convencer a la opinión pública de que Guatemala está convirtiéndose en un país en el que el comunismo es ya una realidad viva y que, sin una acción enérgica de Washington, podría ser el primer satélite de la Unión Soviética en el nuevo mundo? Mediante la prensa, la radio y la televisión, la fuente principal que informa y orienta a los ciudadanos tanto en un país libre como en un país esclavo. Nosotros debemos abrir los ojos de la prensa sobre el peligro en marcha a menos de dos horas de vuelo de los Estados Unidos y a un paso del canal de Panamá.
Conviene que todo esto ocurra de manera natural, no planeada ni guiada por nadie, y menos que nadie por nosotros, interesados en el asunto. La idea de que Guatemala está a punto de pasar a manos soviéticas no debe provenir de la prensa republicana y derechista de Estados Unidos, sino más bien de la prensa progresista, la que leen y escuchan los demócratas, es decir, el centro y la izquierda. Es la que llega al mayor público. Para dar mayor verosimilitud al asunto, todo aquello debe ser obra de la prensa liberal»>>

Perfectamente orquestado. Eso se lo decía a un grupo de magnates (mangantes también se podría escribir) alguien que tenía un montón de amigos entre los dueños y directores de periódicos y radios y televisiones en los Estados Unidos. Sólo hace falta cambiar el nombre de los países e imaginar (no es necesaria mucha imaginación) que alguien muy bien relacionado con todo tipo de medios y redes sociales, está actuando, ahora y aquí, de manera muy parecida. ¿En aras de qué intereses? Aunque algo intuyo, muchas cosas se me escapan. Por eso me asusté. Porque no se trataba sólo de una novela histórica, sino, también, de un ensayo futurista.


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