FRENTE AL UNO DE OCTUBRE

FRENTE AL UNO DE OCTUBRE

ABSTENCIÓN ACTIVA

A veces parece que estemos cogidos entre dos fuegos. Qué digo! ente múltiples fuegos. Por una parte el secesionismo furibundo de quienes nos gobiernan y ejercen una mayoría parlamentaria al más puro estilo III Reich. Por otra parte, los tibios del populismo pseudo izquierdista que no saben cómo hacer para continuar a flote pase lo que pase en las próximas semanas.

Internacionalmente tenemos que defendernos de grupúsculos afines al secesionismo (extrema derecha nórdica, xenófobos y etnicistas por doquier, minoritarios pero igual de manipuladores que los nuestros) y de los «bienintencionados» intelectuales, diplomáticos de tres al cuarto y subvencionados corifeos de ambos, que pretenden minar nuestros esfuerzos en defensa del Estado de Derecho, la democracia y los derechos fundamentales para todos.

Esta misma semana, el miércoles, en Lleida, ERC y su más fiel aliado, Otegi, proclamaban en el Teatro Principal ante sus fieles, sus intenciones totalitarias, al tiempo que les invitaban a convencer al máximo número posible de oponentes a ir a votar día 1 de octubre, votando no, como excelso ejercicio de democracia.

Pues bien, al día siguiente, el viernes, en la presentación de elCatalan.es en la misma Terra ferma, en la Llotja lleidatana, los constitucionalistas que nos reunimos allí, organizaciones cívicas y los tres partidos del arco constitucional, así como personas que quisieron acudir pese a las amenazas e improperios que se recibían por las redes sociales, proclamamos nuestra voluntad de no dejarnos amedrentar y de NO VOTAR en un referéndum ilegal e ilegítimo. De hecho, nos juramentamos a no hacerlo y, del mismo modo, convencer al máximo número de ciudadanos para que ejerzan su abstención activa, como símbolo de democracia.

No hace falta que recuerde por qué el referéndum del 1 de octubre es ilegal. Existe ya demasiada literatura jurídica al respecto. Pero sí voy a insistir en que es antidemocrático e ilegítimo.

Nunca se puede aceptar un referéndum «de entrada» para decidir sobre algo que no sabes a qué te va a llevar. Refrendar es avalar algo, por ejemplo, una constitución, un estatuto, incluso una ley en según qué países, que tiene ya un contenido fijado, de acuerdo con los procedimientos establecidos. Pero aquí el secesionismo no nos ofrece un modelo de convivencia a refrendar, quiere imponernos, mediante una votación que desnaturaliza la institución del referéndum, un modelo político totalitario que los demócratas no podemos dejarnos imponer.

En estas situaciones, lo que el constitucionalismo democrático nos ofrece el la denominada abstención activa, es decir, no ir a votar conscientemente, porque votar significa destruir la democracia. Es lo que hicieron los húngaros demócratas cuando el gobierno xenófobo les quiso compelir a votar en un referéndum que destruía la solidaridad europea.

Esa abstención activa nos tiene que guiar en las próximas semanas, porque no podemos participar en un referéndum que rompe la solidaridad entre la ciudadanía.

VOTAR NO SERÍA VOTAR SI

Por qué Otegi, ERC, la ANC y el resto de totalitarios quieren convencer de que hay que ir a votar no? Porque necesitan que el referéndum tenga un grado de participación elevado, un mínimo de participación del NO para, así, legitimar su SI. No hay que votar no sino que no hay que ir a votar.

No tengo la menor duda de que nuestras autoridades constitucionales impedirán legalmente que esta pantomima tenga lugar. Pero tampoco tengo muchas dudas acerca de que los secesionistas intentarán hacer una votación utilizando todos los subterfugios posibles.

Por ello tenemos que ser conscientes de lo que nos jugamos y exigir a nuestras autoridades que nos ayuden no sólo contra la «desconexión» sino para construir la Cataluña que queremos, libre, plural y mestiza, en España y en Europa.

No hay que hacer el juego al secesionismo.

Como acordamos en Lleida;
NO PARTICIPAREMOS EN NINGUNA VOTACIÓN ILEGAL E ILEGÍTIMA.
NO VOTAREMOS EL 1 DE OCTUBRE
NO VAMOS A LEGITIMAR EL SI
SOMOS LIBRES Y QUEREMOS CONTINUAR SIÉNDOLO.

 

Lleida, a 27 de julio de 2017