Queremos que se oiga LA VOZ DE TODOS

 

DISCURSO EN LA PESENTACIÓN DE CONCORDIA CÍVICA

Señoras y señores diputados, concejales, miembros de asociaciones cívicas, de redes ciudadanas y profesionales, amigas y amigos todos.

Es un privilegio estar aquí con todos vosotros en este magnífico equipamiento popular, en el corazón de la Cataluña real. Este auditorio es, en sí mismo, un potente testimonio del poder transformador del municipalismo democrático, que cambió radicalmente la realidad catalana desde el pluralismo y la concordia, gobernando para todos.

Aquí es donde Concordia Cívica se presenta a la luz pública, es donde este proyecto se muestra delante de todos vosotros. Es un proyecto creado por personas y entidades que hace años trabajan para recuperar aquella Cataluña plural, abierta, inserta en el resto de España y Europa, respetuosa del Estado de Derecho, la democracia, la libertad, la igualdad y la solidaridad .

Estamos aquí porque queremos que, con la ayuda de todos vosotros, se pueda oír la voz de todos, no sólo la del nacionalismo excluyente. Estamos aquí porque queremos trabajar codo con codo para recuperar el espacio de modernidad, de ciudadanía y de derechos que en este momento peligra.

No estamos aquí en contra de nadie. No estamos aquí para dividir. Estamos aquí para sumar, para crear sinergias, para conseguir hacer entender que ley y democracia no son incompatibles, porque no existe democracia fuera de la ley desde que en 1948, Europa se dotó del frontispicio “Estado de Derecho, democracia y derechos humanos” como lema que tenía que presidir la acción de las personas y las organizaciones, públicas y privadas.

En los últimos años, sin reconocer sus propios errores, el Gobierno catalán ha apretado el acelerador huyendo hacia adelante, gobernando sectariamente y no para todos los catalanes, poniendo en riesgo la convivencia y los derechos de que nos dotamos, junto a los otros españoles, en 1978, persiguiendo una utopía independentista basada en la confrontación con nuestros conciudadanos españoles y en la fractura interna que estamos constatando.

La reacción de los constitucionalistas catalanes ha constituido un ejemplo de civismo, contención y fair play. Este perfil bajo ha sido, sin embargo, interpretado como un signo de debilidad, una concesión a la inevitabilidad de la independencia de Cataluña, presentada por el secesionismo como la solución a todos los males que nos rodean

Sin embargo, gradual y emergentemente, la sociedad civil se ha ido reagrupando en torno a la creencia firme de que lo que nos une es más y mejor que lo que nos separa, y partiendo de este convencimiento, constatamos que corresponde a la ciudadanía restaurar el tejido social catalán que el poder nacionalista ha empobrecido a propósito.

Cómo vamos a hacerlo? A través del trabajo conjunto, del trabajo en red, por parte de todo lo que representan los aquí reunidos, individual y colectivamente. Para ello, tenemos que dejar de estar en la penumbra, hemos de salir a la luz, estar presentes en los medios, en los foros, en las redes, en los barrios, en los colegios y universidades, en los ámbitos profesionales… Tenemos que crear sinergias y tenemos que remar en la misma dirección, como se ha venido haciendo desde hace largo tiempo por parte de organizaciones, grupos y personas, con gran esfuerzo.

Lo vamos a continuar haciendo con las personas que van a hablar a continuación, todas ellas altamente involucradas, en sus respectivos ámbitos, en la defensa del Estado de Derecho, la democracia y los derechos humanos. Lo vamos a hacer con todos los que quieran acompañarnos, desde los partidos políticos, las organizaciones civiles, las redes académicas, funcionariales y profesionales. Van a exponer, muy brevemente, sus inquietudes, sus deseos, para compartirlos y para que todos podamos tomar conciencia de ello.

(Intervienen el resto de oradores)

Habéis escuchado la representación de muchas voces, plurales, abiertas, como es la Cataluña real, no la Cataluña que se ha inventado el nacionalismo excluyente. Las voces que quieren trabajar palmo a palmo el territorio, codo a codo con todas las entidades, organizaciones y personas. No sólo aquí en Cataluña, también en el resto de España y Europa, porque hay que deshacer mitos y hay que introducir razones dentro de las emociones. Hay reinstitucionalitzar el poder público, para que sirva a todos, que no represente sólo a una parte de la ciudadanía. Hay que rehacer el tejido social, disgregado, dividido por secesionismo. Hay que desmontar el engaño al que nos ha llevado este proceso que se fundamenta en bases falsas, jurídica, política y socialmente. Hay que hacer oír la voz de todos en todos los medios, especialmente en los medios públicos, que pagamos entre todos y que nos deben representar a todos.

Amigas, amigos, la democracia no es sólo el poder del pueblo sino que, además, es un sistema orgánico de controles mutuos. Las decisiones políticas no son producto de una sola voluntad sino de un proceso deliberativo en el que actúan voluntades diversas, con funciones -legislativas, ejecutivas y jurisdiccionales- muy distintas. Toda la ciudadanía tiene que participar en ello, activa y conscientemente, informadamente. Concordia Cívica quiere contribuir a ello.

Somos catalanes y, por eso mismo, somos españoles y europeos. No caeremos en la trampa de ser situados ante un falso dilema entre España y Cataluña que nos situaría ante una dolorosa fractura. No queremos una Cataluña dividida y débil: queremos una Cataluña fuerte, tolerante, integradora y plural. No queremos renunciar a ninguna identidad: queremos sumarlas y no consentimos que nos fuercen a elegir. La mayoría de los catalanes no necesitamos remarcar lo que nos hace diferentes. Preferimos defender lo que tenemos en común. Preferimos agregar a romper. Preferimos sumar a dividir.

Es la hora de la generosidad, de aunar decisivamente esfuerzos y energías, tomando la iniciativa para que los valores y principios que nos hacen ciudadanos prevalezcan sobre las limitaciones de nuestros derechos y libertades, que constituyen el mayor freno para el futuro de Cataluña. Nos jugamos mucho. Pero sabemos que estamos en el lado correcto de la Historia.

Concordia Cívica no rehúye ningún reto ni ningún debate. Estamos abiertos a, en ese intento de racionalizar las emociones, estar presentes en todos los foros. Algunos pueden pensar que nacemos en contra de alguien. Nada más lejos. Ni tan siquiera estamos en contra del independentismo: de lo que estamos en contra es de que el anhelo, legítimo como tantos otros, de las personas independentistas, sea impuesto contra la ley a toda la ciudadanía.

Nos reclamamos del constitucionalismo nacido en España en 1978, homologable con todo el constitucionalismo democrático, fundamentado en el consenso, en la libertad, la igualdad y la solidaridad. No nos identificamos con un partido concreto, pues somos plurales y transversales. No dependemos de nadie. Somos ciudadanía andante, ciudadanía pensante, ciudadanía en marcha.

Tenemos mucho trabajo por delante. Y os necesitamos a todos. A las instituciones públicas, a los partidos, a las organizaciones civiles, a las ONG, a todos vosotros, amigas y amigos. No podemos hacerlo sin vosotros. Sin todos los que lo venís haciendo, sin crear las sinergias necesarias para ello. Entre todos. Por eso estamos aquí, para empezar a andar de la mano ese camino colectivo que Cataluña, España y Europa necesitan. “Desfaciendo entuertos”:

En ningún otro lugar de la Unión Europea se ha hecho tanta demagogia sobre el papel que desempeñan los tribunales constitucionales en los Estados democráticos. En todo el mundo democrático es necesario el control del legislador, para que la ley sea conforme a la Constitución. Y sólo aquí se intenta tergiversar la función de este tribunal, y la de los tribunales de justicia, pretendiendo enfrentar la democracia con la ley y con el cumplimiento de las leyes y de las sentencias de los tribunales. No, amigas y amigos, no se está “judicializando la política”, se está sujetando al gobernante a la ley, principio básico del mundo democrático moderno. Y se están garantizando los derechos de todos.

En las últimas décadas, no se ha impulsado un sentido de lealtad hacia las instituciones, sino todo lo contrario. Se menosprecia, usando torticeramente el término Cataluña, o diciendo “los catalanes” se quieren independizar, al Estado de Derecho y se pretende imponer lo decidido mediante cualquier procedimiento, aunque no sea el legalmente predeterminado. Hay que decir que no. Que no se nos utilice. En nuestro nombre NO.

Se nos pretende situar en un contexto de exclusión de la Unión Europea. Falsamente se nos dice que “no pasa nada”, que Cataluña estaría en Europa desde el minuto uno de la independencia. Es falso. Totalmente falso. Si se crea un Estado nuevo, que es la pretensión del secesionismo, se deja de pertenecer a la Unión y se tienen que cumplir los requisitos preestablecidos para entrar en ella, todos ellos. Estamos dispuestos a dejar de pertenecer a ese espacio de libertad, seguridad y justicia, con todos los derechos de ciudadanía que se añaden a los que tenemos constitucionalmente reconocidos?. Hay que decir que no.

Queremos ser ciudadanos libres, con todos nuestros derechos constitucionales y nuestros derechos de ciudadanía europea. Queremos que se cumpla lo establecido por la Constitución en el ámbito lingüístico, educativo, participativo, económico, social…. Queremos continuar siendo lo que somos y que podamos serlo sin complejos. Que no nos acompleje llamar a las cosas por su nombre, y por sus apellidos. Porque estamos en una Cataluña que tiene que ser democrática, que tiene que actuar en el marco de la lealtad constitucional, que tiene que coadyuvar en la edificación de esa España moderna y europea, reformando lo que se tenga que reformar, de acuerdo con los procedimientos previamente establecidos.

Amigas, amigos, partícipes, como catalanes, de la ciudadanía española y europea. Hoy hemos abierto una nueva etapa. Comenzamos a abrir un nuevo camino, no en el vacío, sino sustentado en todo lo que nos precede, en todo lo que nos une. Estamos en marcha. Queremos hacerlo con todas y todos. Sabemos que es posible y nos aplicaremos a ello. Porque nos jugamos el futuro, no ya de nuestros hijos, sino el de nuestros nietos. Sabemos que será largo y difícil. Por ello os necesitamos a todos. Porque sólo con la voz de todos conseguiremos esa concordia cívica que queremos.

Teresa Freixes

Presidenta de Concordia Cívica

Auditorio Barradas, L’Hospitalet de Llobregat, 19 de enero de 2017presentacion-concordia-civica-2


3 respuestas a “Queremos que se oiga LA VOZ DE TODOS

  1. Durant els ultims 5 anys, molts catalans hem donat un exemple de moderacio, tolerancia i sang freda suportant el menyspreu dels secessionistes. El temps del silenci s’ha acabat, es hora de fer-nos sentir i d’aturar els que escapen l’odi contra els nostres germans de la resta d’Espanya.
    Gracies sra. Freixes.

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